Colombia se enfrenta por segunda vez a la decisión que enmarcara los siguientes años políticos de un país que elección tras elección buscan el mejor de sus compatriotas, pero que en estos últimos años ha tenido una nueva propuesta en sus manos para formar parte de una constitución remendada en el momento en el que al mandatario Álvaro Uribe Vélez se le ocurrió buscar una reelección y ya conociendo el viejo refrán “mejor malo conocido que bueno por conocer” los colombianos votaron para que el actual presidente lo siguiera siendo por otros cuatro años.
Pero ahí no termina todo después de la primera se va por la segunda luego de que en sus encuentros con la presa antes de comenzar el tiempo de postulación a la presidencia había reiterado que no iría por una reelección más y no solo él su esposa también afirmaba que Uribe no volvería a ser candidato a la presidencia del país por obvias razones entre ellas su salud y aun mas importante su matrimonio.
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Pero ahí no para la cosa los que apoyaron a Uribe en su primera reelección y ahora a puertas de un tercer mandato han tomado distancia ejemplo de ello y una de las más representativas la de Enrique Santos Calderón quien fue el autor del editorial del periódico el tiempo cuando advertía de la primera reelección por lo cual fue criticado no solo fuera de la casa editorial sino dentro.
Ahora Enrique da cuenta de la afectación personal que le origina esta segunda reelección y dice que le causa escalofrío pensar que Uribe puede buscar a cualquier precio un tercer mandato pues sin lugar a dudas este significa cambiar las reglas del fuego en mitad de una campaña. Al daño que le causaran a la separación de poderes y a la democracia. También señala ya problemas de fondo en el balance de los dos mandatos. María Isabel Rueda titula Conmigo No Cuenten y se viene con cuestionamientos de fondo al fracaso de Uribe en una promesa vital de su campaña: la corrupción. Se duele de la sucesión de escándalos que tocan lo más alto de la administración de Uribe.
Sera entonces esta “dictadura” democrática que ha sufrido el país en los últimos años no sirvió de mucho y lo único que logro el pueblo fue meter la pata cuando dio a Uribe la posibilidad de expandir su gobierno y que se hundirá mas si el todopoderoso llega de nuevo a la presidencia o simplemente Uribe dará un paso a una lado, izquierdo por supuesta y dejara pasar a un nuevo mandatario con ganas de construir una nación mejor y es que algunos afirman “el Presidente al renunciar a la posibilidad legal de ser otra vez candidato, adquiere el poder de ungir a su sucesor y de paso, en convertirse en la figura política más importante de la Nación en el inmediato futuro” Óscar López Pulecio/la Opinión claro que nada de eso hubiera sucedido si el Congreso le cierra la puerta en la nariz.
Pero ahí no termina todo después de la primera se va por la segunda luego de que en sus encuentros con la presa antes de comenzar el tiempo de postulación a la presidencia había reiterado que no iría por una reelección más y no solo él su esposa también afirmaba que Uribe no volvería a ser candidato a la presidencia del país por obvias razones entre ellas su salud y aun mas importante su matrimonio.
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Pero ahí no para la cosa los que apoyaron a Uribe en su primera reelección y ahora a puertas de un tercer mandato han tomado distancia ejemplo de ello y una de las más representativas la de Enrique Santos Calderón quien fue el autor del editorial del periódico el tiempo cuando advertía de la primera reelección por lo cual fue criticado no solo fuera de la casa editorial sino dentro.
Ahora Enrique da cuenta de la afectación personal que le origina esta segunda reelección y dice que le causa escalofrío pensar que Uribe puede buscar a cualquier precio un tercer mandato pues sin lugar a dudas este significa cambiar las reglas del fuego en mitad de una campaña. Al daño que le causaran a la separación de poderes y a la democracia. También señala ya problemas de fondo en el balance de los dos mandatos. María Isabel Rueda titula Conmigo No Cuenten y se viene con cuestionamientos de fondo al fracaso de Uribe en una promesa vital de su campaña: la corrupción. Se duele de la sucesión de escándalos que tocan lo más alto de la administración de Uribe.
Sera entonces esta “dictadura” democrática que ha sufrido el país en los últimos años no sirvió de mucho y lo único que logro el pueblo fue meter la pata cuando dio a Uribe la posibilidad de expandir su gobierno y que se hundirá mas si el todopoderoso llega de nuevo a la presidencia o simplemente Uribe dará un paso a una lado, izquierdo por supuesta y dejara pasar a un nuevo mandatario con ganas de construir una nación mejor y es que algunos afirman “el Presidente al renunciar a la posibilidad legal de ser otra vez candidato, adquiere el poder de ungir a su sucesor y de paso, en convertirse en la figura política más importante de la Nación en el inmediato futuro” Óscar López Pulecio/la Opinión claro que nada de eso hubiera sucedido si el Congreso le cierra la puerta en la nariz.